El Imperio Británico dejó a sus colonias la pasión por el rugby, el idioma inglés como lengua franca y el curioso estilo de diseño de interiores que unificó la sensibilidad europea y los motivos étnicos. La casa privada de 315 m² ha incorporado todo el encanto del estilo colonial. Los materiales de gama alta, la decoración con textiles y el dosel sobre las cabeceras de la cama le dan un toque de lujo al espacio, que también va acompañado por abundancia de madera natural. Los muebles aristocráticos se distinguen por su alta calidad, porque ellos, junto a la decoración de interiores, crea una atmósfera de estabilidad y seguridad. La madera y el cuero figuran entre los materiales utilizados en el proyecto. La paleta de colores es delicada y favorece los tonos pasteles, como se pide el estilo clásico inglés.