Un monumento arquitectónico en el centro histórico de Rostov del Don, que recibió una nueva vida como un espacio moderno para los negocios. El territorio de la antigua fábrica de confección, transformada en un complejo multifuncional de establecimientos con un nuevo nivel de servicio: aquí se encuentran oficinas, espacios de coworking, terrazas abiertas y una cafetería, mientras el patio con zonas de recreación se puede usar para eventos y exposiciones modernas, así como un porche. La construcción del edificio antiguo sirvió como referente para las soluciones arquitectónicas: el acento de las estructuras son las líneas rectas de las vigas y escaleras, el piso superior tiene oficinas acristaladas con terraza, las escaleras han sido completamente remodeladas y llevadas a la fachada de vidrio. Una característica distinta del espacio fue elaboración del techo a doble altura. El diseño del interior y del paisaje también se basó en el concepto de la historia de la fábrica: los materiales clave fueron el ladrillo rojo refinado en combinación con elementos industriales, metal y madera, así como las modernas superficies blancas.